Me entero de esta iniciativa de los académicos de la Fuck de Sociales, portavoceados por el decano reemplazante del policía Mallimacci (*), quienes se expresan preocupados por la discriminación que notaron en los relatos mediáticos del conflicto con “el campo”.
Veo tanto fascismo de izquierda, y veo tanta pelotudez, y veo tanto maniqueísmo, y veo tanto oportunismo, que no puedo sino asquearme. Y celebrar que, como siempre lo supuse, rápidamente me transformé en ex estudiante de esa fuckultad.
(*) “¡En la fuckultad, el poder de policía lo tengo yo!”, le decía Fortunato al service –y no de heladeras– Miguel Ángel Toma en un debate televisivo a raíz de los incidentes en la sede de Marcelo T. Aquella vez, años ha, el actual jefe de Policía, comisario Valleca, encabezó la represión contra un grupo de HIJOS (no sé si los Hijos con puntos o los sin puntos, con mayúsculas o con minúsculas) y otras personas que habían escrachado a Etchecolatz, quien vivía a pocas cuadras del lugar.
Los manifestantes, en su huida, se refugiaron en Sociales (no en Odontología :lol:) para evitar a la policía, que, como se sabe, no puede entrar en la fuckultad. Y la policía no entró: se limitó a tirar gases en la vereda para que el viento los metiera en el edificio, desde donde volaban toda clase de objetos, incluyendo cerámicas del piso, quitadas de su lugar en el momento y convertidas seguidamente en armas arrojadizas, mientras manifestantes, alumnos y docentes, expuestos a una tragedia similar a la de la puerta 12, se ahogaban y rompían ventanas para tratar de respirar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario