miércoles, 26 de marzo de 2008

¿Tragás o escupís?

En uno de los threads más recordados de foro-escorts, Jasmine preguntaba por qué los tipos se mueren por acabar en la boca y que la chica trague el semen. Varias explicaciones se dieron entonces, entre ellas una de Barba Negra que era un compendio de conocimiento y experiencia.
Yo no puedo hablar mucho del tema desde lo empírico, pero imagino varias explicaciones: la sensación de poder que da tener a alguien ahí abajo laburando para mi placer; la idea del macho munificente que puede, también él, alimentar; el fetiche de la imagen, bien fomentado por el mundo porno; la elección de la persona de llevar adentro al sujeto, a una parte de él, en un acto volitivo como es el de tragar… (Ojo, porque por ahí nos toca una viciosa a la que le re cabe la leche, y nos creemos que traga porque nosotros somos “especiales”, o yo qué sé, y lo hace de trola que es, no más…).
Y hay un link relacionado con lo católico: en la comunión, el sacerdote le da la hostia al fiel en la boca. (Corrientes renovadoras admitieron que el cura se la diera en la mano y que el fiel se la llevara a la boca, pero el conservador papado de Ratzinger busca rever esa medida, como tantas otras). Eso enlaza con la idea de que uno queda en el lugar de Dios: en vez de tragarse el cuerpo y la sangre de Cristo –es decir, una vida– simbolizados en la hostia, lo que se traga es otra vida, el proto cuerpo y sangre de la propia descendencia, lo que pone al eyaculador en el lugar de un Dios, cuyo hijo es tragado como el famoso muchacho de la cruz.
“La Eucaristía debe ser recibida con temor y una actitud de humilde adoración”, dijo un cura (monseñor Ranjith, un groso del Vaticano), ¿y acaso ese inmenso porcentaje de señores que anhelamos esa “prueba de amor”, the real one, no flasheamos en un bit de omnipotencia, con esa idea, con esas palabras llevadas a acto? ¿Acaso no nos calienta aún más saber que se la va a tragar toda, que no va a desperdiciar ni una gota de nuestro semen; acaso cuando sabemos que lo va a hacer no empezamos a gozar antes?

¿Yo era así?

Veo a algunos niños insoportables, padezco a algunos de ellos, y me pregunto si yo era así cuando era chico.
Hay algo que me incomoda mucho en ellos, y que me hace pensar que sí.
Al menos, parcialmente.
Y no me gusta.
Como dijo Homero Simpson: “Estoy muy sucio, estoy muy sucio, estoy muy sucio”.

Guio

Cada vez más oigo esta forma de decir “yo”, en lugar de “yo” o “sho”.
Se altiplaniza Buenos Aires.

Lluvia grisácea

Hay lluvia dorada, hay lluvia blanca –en dos versiones–, hay lluvia marrón.
El otro día me enteré de que hay gente que encuentra placer sexual siendo escupida, y que esa práctica recibe el nombre de “lluvia plateada” (aunque en invierno podría llamarse “lluvia verde”).
Y también existe la lluvia grisácea, la que excretan los equipos de aire acondicionado que tachonan los edificios porteños: una eyaculación interpósita que lanza los residuos del placer pajericonsumista a un no lugar.
Para esta gente no existe la gravedad.
Para mí, sí, y en mi encarnación pedestre tengo que andar esquivando mierda de perro, perros de mierda y, entre tantas otras cosas, su lluvia inmunda.
Falta nada para que haya que salir a la calle con paraguas, culpa de estos pelotudos.

Gonzalo

Ella pronuncia su nombre y se le llena la boca.
Y yo, que la miro de reojo reflejada en el monitor de la compu de al lado, me muero de envidia.

viernes, 14 de marzo de 2008

Two States living in peace side by side

Este anhelo pueril suele enunciarse, vacío de contenido, cuando se habla del conflicto palestino-israelí. ¡Cómo si alguien no quisiera la paz! (Cómo si los palestinos, o los grupos radicales palestinos, no la quisieran, que muchas veces eso es lo que subyace en discursos presuntamente neutrales sobre el tema). ¡Cómo si el voluntarismo hiciera desaparecer mágicamente las múltiples y filosas aristas de que consta el asunto!
Bush en Annapolis, Kristina reunida con los cancilleres árabes, declarantes de ocasión, todos se llenan la boca con palabras bienintencionadas que nada aportan, salvo hastío y frustración, y la revelación de que nada distinto puede esperarse de quienes las pronuncian.
Un tema que se desprende de ellas es qué paz: no puede haber paz sin justicia, y el acercamiento al tema con parcialidad se nota en la misma enunciación, cuando, entre las cuestiones básicas referidas a él, se incluye la preocupación por la seguridad de Israel –país que posee armas químicas y nucleares–, pero nada se dice de la seguridad del futuro Estado palestino.
El primer asunto en la formación de un Estado es el territorio: los palestinos han debido resignarse a reclamar los territorios ocupados ilegal e impunemente por Israel en la guerra de 1967, Gaza y Cisjordania (incluyendo en ella el sector oriental de Jerusalén), es decir, un 22% de la Palestina británica.
En estos territorios, Israel desarrolló una política de colonización, echando a los palestinos de sus tierras y construyendo asentamientos que, en realidad, son mini ciudades. Más de 200.000 israelíes viven en esas colonias, que se han ampliado enormemente después de la firma de los acuerdos de Madrid y de Oslo, de la “hoja de ruta”, etc., y que siguen creciendo, a veces con la anuencia explícita del presidente Bush Jr., y siempre con el consentimiento implícito de EE. UU. y del resto de la comunidad internacional.
Las colonias en Cisjordania han crecido tanto y en lugares tan estratégicos que la política israelí de hechos consumados parece irremediable, y a menudo se habla de que Israel mantendrá los principales bloques de asentamientos, compensando a los palestinos en un hipotético acuerdo con tierras del actual territorio israelí. Esta, que parece ser la alternativa de máxima para los palestinos al respecto, contemplaría dos opciones: tierras cercanas al desierto, de mucha menor calidad que las cisjordanas, o un sector galileo poblado mayoritariamente por palestinos con ciudadanía israelí. La última parece revelar una intención israelí de quitarse de encima la población árabe de su territorio, tal vez en busca de una homogeneidad étnica, religiosa, cultural, etc.
Las pocas colonias de Gaza, por su parte, fueron desalojadas unilateralmente por Israel hace un par de años en una medida con diversos objetivos: reducir el gasto que implicaba la defensa de esos poblados, pasando a controlar Gaza desde la frontera terrestre y marítima y por el espacio aéreo; administrando la provisión de suministros a piacere (de electricidad a comida) y procurando un enfrentamiento interno entre palestinos, lo que lamentablemente ha ocurrido.
Vinculados directamente con la cuestión territorial hay dos asuntos que no suelen mencionarse: el acceso a las tierras fértiles y el acceso al agua, elementos escasos en la región y de crucial y creciente importancia. Anejo al tema del territorio, deberá resolverse el del muro levantado por Israel en los últimos años en el límite con Cisjordania y dentro de esta, cuya construcción requirió un gran número de expropiaciones de tierras de palestinos. El muro, construido para impedir la infiltración de palestinos en territorio israelí con fines violentos, según la versión oficial, deja del lado israelí tierras ricas y aísla ciudades y poblados palestinos, de modo coincidente con la idea de algunos políticos israelíes de dividir Cisjordania en una suerte de bantustantes cuya conexión solo se daría a través de rutas controladas por el ejército ocupante.
El muro, cuya imagen y concepto atrasa tantas décadas que parece haberse puesto de moda nuevamente (en Ceuta, en la frontera mexicano-estadounidense, etc.), fue declarado ilegal por la Corte de La Haya en una decisión que Israel desconoció y que, según uno de sus funcionarios, está destinada “al tacho de basura de la historia”.
La cuestión territorial tal vez deba abarcarse de un modo más amplio, buscando una solución integral que acabe también con la ocupación israelí en el territorio sirio de las Alturas del Golan y en las Granjas de Chebaa, asimismo ocupadas por Israel, y reivindicadas por los libaneses como propias.
A menudo se menciona como forma de resolver el conflicto la idea de que “todo lo árabe para los palestinos; todo lo judío para Israel”. Okey: el problema es… cuándo. Porque no es lo mismo “todo lo árabe”, y, por ende, “todo lo judío” en 1933, en 1954, en 1975, en 1996 o ahora. Un racista de los que forman parte del gobierno israelí y están a favor de la “transferencia de palestinos” –y no hablo sólo de Avigdor Lieberman, o del partido Moledet: la diputada Blumenthal, del Likud, que acompañó a Sharon en su paseo/provocación por la Explanada de las Mezquitas, y que vino a la Argentina a disertar en la AMIA, apoya esa solución– acordaría con esa postura… luego de deportar a todos los palestinos más allá del Jordán. “De acuerdo, todo lo árabe para ellos… Pero no quedó ningún árabe… Entonces, todo para nosotros”.
La capital que los palestinos reivindican para su Estado nonato es Al-Quds, Jerusalén oriental. Y ese es otro campo, seguramente el más simbólico, de desacuerdos. Jerusalén es la “capital indivisible” del Estado de Israel, de acuerdo con su propia declaración. La comunidad internacional, sin embargo, reconoce a Tel Aviv como capital israelí. Más allá de esto, cada centímetro (centímetro cuadrado y hasta centímetro cúbico) se discutirá arduamente, como se discutió, de modo vano y lleno de chicanas por parte de Barak –según admitió el propio Clinton– en Camp David. Nuevamente, la solución “todo lo árabe para los palestinos; todo lo judío para Israel” se revela insuficiente y pueril.
Otro tema que deberá resolverse, y que no suele mencionarse, es el de los presos palestinos, cerca de 11.000, detenidos en cárceles israelíes. Entre ellos, hay cerca de 50 miembros del Parlamento palestino, elegidos democráticamente por su pueblo. El más conocido es Marwan Bargouthi, el Mandela palestino, llamado a ser presidente del Estado palestino en su hora. De modo análogo, también tendrá que lograrse la liberación del soldado israelí capturado por milicias palestinas.
El adjetivo fundamentalista parece estar asociado únicamente al sustantivo islámico, como incipiente lo está a calvicie. Así, se descalifica a Hamas, partido que ganó las últimas elecciones palestinas, obteniendo para sí el cargo de primer ministro. (De paso, comentemos la ironía del destino acerca de los intereses foráneos en la región: EE. UU. presionaba en busca de la creación del cargo de primer ministro para no tener que negociar con Arafat, presidente de la ANP. Se creó ese cargo y ahora lo tiene Hamas: hay que tener cuidado con lo que se desea. De todas maneras, estuviera quien estuviera en el cargo, salvo un genuflexo, siempre encontrarían la excusa para no negociar). De esta forma, suele omitirse la existencia del fundamentalismo judío, y no solo me refiero a Baruj Goldstein, a Yigal Amir, o a algún otro “desequilibrado”, como el que incendió la iglesia de Nazaret. El propio Estado de Israel ha reiterado innúmeras veces a través de altos funcionarios –incluyendo al entonces premier y aún comatoso genocida Sharon– que “se trata de una tierra santa para tres religiones, pero Dios se la prometió sólo a los judíos”. Ese es el argumento último y nuclear que tienen los israelíes. Y, sin embargo, nadie los llama fundamentalistas, salvo, a veces, cuando lo esgrimen los colonos de Judea y Samaria.
Hamas tiene el poder en Gaza, tiene la legitimidad del voto palestino, y, seguramente, de percibir una real voluntad de negociación y un reconocimiento occidental, abandonaría (se vería forzado a abandonar) sus posiciones más radicales; pero mientras Gaza sea sometida, y toda Palestina lo sea, tiene argumentos más que válidos para resistir. Por lo demás, aun cuando EE. UU. permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara la última masacre israelí en Gaza, las voces que repudiaron los hechos, e incluso la difusión mediática de estos, fueron mucho menores que cuando gobernaba al-Fatah.
Una de las frases más indignantes que suelen escucharse en torno al tema es: “No habrá Estado palestino que emerja de la violencia”, generalmente pronunciada por EE. UU. y su comparsa occidental. Se omite adrede que el Estado de Israel surgió de la violencia terrorista que desplegaron grupos como Hagannah, Irgun, Stern, tanto contra objetivos palestinos, como contra británicos.
Estos grupos son responsables de un sinnúmero de muertes, además de haber perpetrado varias matanzas masivas de palestinos (la más célebre de las cuales es la de Deir Yassin), y el atentado con bomba en la sede del gobierno inglés en Jerusalén, donde murieron más de 90 personas, palestinos, hebreos y británicos entre ellos. Además, mataron al mediador de la ONU Bernadette, quien, una vez instaurado el Estado sionista, propugnaba el retorno de los refugiados palestinos a sus tierras. ¡Imaginemos qué pasaría ahora si un grupo palestino asesina a un funcionario de la ONU!
Suele admitirse el retorno de una parte de los 4,4 millones de refugiados palestinos al futuro Estado que tendría cerca del 20% del territorio histórico de Palestina. Quizá otros podrían volver a Israel, dependiendo del plan que se tome en cuenta.
No obstante, una de las primeras leyes que sancionó el Estado israelí fue la “Ley del Retorno”, que otorgaba la ciudadanía a todos los judíos que la quisieran. Así, un judío nacido en Rusia, en Francia o en la Argentina puede ser israelí, y tiene derecho a emigrar a esa tierra. En cambio, un palestino, nacido allí, o sus hijos, o, como mucho, sus nietos, no pueden volver.
Esto lleva a hablar de un tema que se calla todo el tiempo: la única manera que tienen los hebreos de ser mayoría en la región es a través de la limpieza étnica cometida en el tiempo de la creación de su Estado, y continuada con expropiaciones, más o menos masivas, a lo largo de las décadas, y sosteniéndose en la fuerza. Sin eso, no pueden ser mayoría. De hecho, ya no lo son: según un censo realizado en Palestina últimamente y difundido entre otros medios por CNN, habría un 50% de palestinos y otro tanto de hebreos en la Palestina histórica. Si a ellos les sumamos todos los refugiados que volverían, unos pocos a Israel, unos muchos al futuro Estado palestino según lo que se prevé –y no estamos hablando de que vuelvan todos–, amigos, temo decirles que… ¡no entran! Es inviable que en ese pequeño territorio que quiere asignárseles vivan apelotonados, y en constante crecimiento demográfico, millones de palestinos.
Pero, más allá de todo lo expuesto, la llave del problema está en el otro estado sionista, Estados Unidos, cuyos dirigentes, presionados –y financiados– por el lobby sionista de Nueva York y Washington, bloquean todo plan y todo proyecto que no concuerde con los intereses de esos grupos radicales, mucho más radicales que la mayoría de los hebreos israelíes. De esta manera, no queda claro si Israel es el gendarme de EE. UU. y del resto de Occidente en la región, o si EE. UU. es el país que sigue directivas a distancia.
Para lograr la solución enunciada es necesario abocarse seriamente a enfrentar problemas como estos, dejando de lado declaraciones que se revelan vacías y que procuran patear para adelante la solución del conflicto mientras un pueblo es colonizado, sojuzgado, cercado, hambreado y, de vez en cuando, masacrado por el Estado de Israel.

Grasa

Pocas cosas chorrean más grasa que una persona hiperbronceada recién llegada de sus vacaciones.

Viviendo en una ilusión

Mientras el consumo, finalmente, comienza a desacelerarse, aunque sus vapores siguen embriagándonos, surgen datos contundentes: los trabajadores en blanco ganan, en promedio, lo justo para no caer bajo la línea de pobreza.
Y, además, la Argentina tiene los niveles salariales más bajos de toda Sudamérica medidos en dólares. Los nuevos acuerdos de salarios, que, como siempre, mirarán de atrás a la inflación, sumados a la estabilidad de la divisa estadounidense, recompondrán parcialmente el nivel adquisitivo medido en dólares.
¡Pero acá las cosas aumentan en pesos!
Ya lo dijo la Bersuit: se viene el estallido.

Sensación de final

No me acuerdo si fue el 24 o el 31 a la noche. Estaba en el jardín, echando agua con la intención de prevenir que alguna cañita voladora que cayera en él comenzara un incendio.
Y me sobrevinieron esas palabras, sensación de final, y me cubrió la sombra lóbrega de que algo se está por terminar.
También podría decir que perdí mi casa, que soy un inquilino en ella, que estos abyectos vecinos=okupas sonoros, viles larvas cuyas macumbas me apuntan, la usurparon, la invadieron, la contaminaron.
Y sentí entonces una profunda angustia, que aún hoy, meses después, no puedo poner en palabras claras.
Y les hablé a las plantas, y las toqué, y las besé. (¿Me despedí de ellas?).
Y lloré. Como ahora.
Este año lo empecé infectado.

Procurando el filtro

Leyendo un libro de poemas berreta armado a base de yeites de taller literario encuentro este verso.
No importa el contexto ni el sentido.
Rompe el monocorde y pegajoso intento, y logra esta módica reencarnación.

Cornelio (VI)

Buscando en la playa
las pupilas del entierro
del perro que veo
ahora sin permiso:
se revuelcan en la cornisa
buscando en la playa
el hueso que el conquistador devoró.

Ahora ataco
la pena,
la ahogo en el muelle,
desecho la tinta
y el mar ardiente.

Ahora ataco
la pena,
la ahogo en el muelle,
desecho la tinta
y el mar ardiente.

El punto caliente,
el punto que fijo
es el pantano que tanto espanto…
Eeeh… eh… eh… eh…
Eeeh… eh… eh… eh…
Eeeh… eh… eh… eh…
Eeeh… eh… eh… eh…

Ahora ataco
la pena,
la ahogo en el muelle,
desecho la tinta
y el mar ardiente.

Ahora ataco
la pena,
la ahogo en el muelle,
desecho la tinta
y el mar ardiente.

Mar ardiente.
Mar ardiente.

(Ataco)

Espíritu olímpico

Ningún lugar mejor que Pekín/Beijing para recibir a los Juegos Olímpicos.
Los atletas, esclavos de sus espónsores y de sus Estados, competirán para ver cuál se dopa mejor, lo que se verificará cuando el dóping no sea detectado.
(A Ben Johnson lo descalificaron, lo suspendieron y lo inmortalizaron como un tramposo en Seúl 88. Florence Griffith-Joyner ganó la versión femenina de la misma prueba con un récord que aún no se mejoró, y comparando las fotos que registraron su triunfo con las de los JJ. OO. de 1984, donde era una atleta del montón, se nota el formidable crecimiento de su masa muscular. Griffith-Joyner murió antes de cumplir 40 años como consecuencia de una enfermedad cuyos síntomas eran compatibles con los que provoca el uso de esteroides).
Al fin y al cabo, de eso se trata el espíritu olímpico: de espónsores que tienen trabajadores esclavos, de atletas esclavizados que usan ropa deportiva fabricada por esclavos, de himnos nacionales y banderas.
¿Y qué mejor, entonces, que un país caracterizado por no valorar la vida humana ni el medio ambiente, que lleva adelante persecuciones políticas, religiosas y étnicas, que funda buena parte de su crecimiento económico en la competitividad basada en el trabajo esclavo, que sofistica la censura ayudado por Microsoft, Yahoo y Google; qué mejor, digo, que China para recibir a los Juegos Olímpicos? ¿Hay una sede mejor para el cruce paroxístico entre el espectáculo deportivo de masas y el Estado?
Sobre todo eso, y sobre el olvido de los derechos humanos, pasados de moda en Occidente, los espónsores harán negocios y presentarán a China como ejemplo de superación, modernidad y crecimiento.
Tal vez enciendan el pebetero con un disparo del cañón del tanque ante el cual se paró el chino aquel que salió en la foto famosa de Tienanmen.

Sionistas = Nazis

Durante la última (última cuando escribo esto; pero mañana puede haber otra) incursión del Ejército Nazi de Israel en la Franja de Gaza, el viceministro de Defensa de la entidad sionista, Matan Vilnai, declaró: “Si continúa el lanzamiento de misiles por parte de Hamas, habrá una ‘Shoah’ peor que la conocida”.
Sí, amenazó con una masacre peor que la padecida por los judíos; y usó la palabra “Shoah”, la que prefieren los judíos, que reniegan del uso de “Holocausto”.
Son nazis. Ya lo sabíamos.
Ahora, ellos no tienen reparo en admitirlo.

Apuntes (II)

Las redes de comunicación son un fenómeno social, consecuencia de un contexto tecnológico-cultural, que ofrece un potencial enorme para las transacciones comerciales y para la dimensión relacional, fomentando la comunicación y la cooperación. A partir de las relaciones sociales mediadas por computadoras y redes telemáticas, se forman comunidades virtuales que establecen fuertes lazos pese a estar integradas por gente a las que no necesariamente conocemos personalmente, de diferentes regiones y entornos sociales y culturales, con la que establecemos relaciones de proximidad psicológica, de cohesión en torno a intereses comunes y de compartir en un clima de diversidad, lo que influye en la conformación de una nueva vida social, presentándonos valores culturales diversos y abriendo grandes oportunidades para la interculturalidad global.
La cooperación como idea básica de la red se entronca con el concepto de “compartir” y con el establecimiento de una “comunidad” en donde se comparte y coopera. La red es entonces un espacio virtual de relaciones humanas basadas en el intercambio de información: es más un espacio comunicativo que informativo. A diferencia de los medios de masas, que comunican de uno a muchos, los cibermedios lo hacen de muchos a muchos, y facilitan la interacción con otros en un espacio virtual. Pero la red, a raíz de su virtualidad, permite asumir diversos roles, construir distintas identidades, estableciéndose así nuevos modos de vínculos humanos: comunicaciones mediadas por computadora.
La sensación de pertenencia a la comunidad puede llevar a una exposición que es pasible de alcanzar ribetes excesivos o peligrosos, tanto por lo que uno decide mostrar de sí en la red, que generalmente puede ser leído por personas ajenas a la comunidad, como por las posibilidades técnicas de rastreo e identificación de los usuarios, no siempre claras ni presentes para todos los participantes.
Los cibermedios producen un impacto interaccional que trastoca la dimensión espacio-temporal, consintiendo la interacción sin depender de la distancia; admiten también la presentación de una identidad parcial o totalmente verdadera, o parcial o totalmente falsa; permiten una respuesta que, pese a la distancia, puede ser inmediata y simultánea; y ayudan a definir nuevos contextos para las comunicaciones que afectan nuestras actividades cotidianas y dan lugar a otras formas de organización social alrededor de diversos modos de recepción que reflejan relaciones de poder y desigualdad, lo que se manifiesta en las diferencias en los accesos, usos y modalidades de recepción.

Submarinos

El Poder Ejecutivo estadounidense acaba de vetar una ley que prohibía a la CIA utilizar métodos considerados como tortura. Entre ellos, el más conocido, y, también, el que suscitaba mayores controversias, es el que recibe el nombre de “submarino”, antiquísimo tormento que, según se afirmaba en una rueda de prensa brindada por militares estadounidenses relacionados con el tema, data de tiempos de la Inquisición.
Los defensores de estos procederes en el gobierno de EE. UU. afirman que es indispensable poder llevarlos a cabo para evitar “ataques catastróficos” de parte de enemigos como Al-Qaeda.
Paradojas de la política internacional, estas prácticas fueron realizadas también por tropas japonesas durante la segunda Guerra Mundial, antes de que se produjera el doble ataque con armas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. En esa oportunidad, el país que lanzó las bombas atómicas, y que ganó la guerra, luego de la contienda, en juicios análogos a los de Nuremberg, juzgó y condenó a varios militares japoneses por crímenes contra la humanidad basándose en el uso del submarino, o “waterboarding”, según su nombre en inglés americano.

Valeria C.

No sé dónde te encontré,
si fue en la calle
(a la vera de una vereda ¡cuac!),
en la lengua de un gato,
en una lata de Quilmes o de Speed,
en el hospital donde no me atendieron
o en alguna partícula del aire, inimputable.
Te fuiste llevándote tiempo de mi vida,
pedazos de mi nariz,
mucha energía
y las bases de una nada
que me permitía andar.
Me dejaste la fatiga en el cuerpo
y el miedo en la cabeza.
Entre vos y mis vecinos
me redujeron a un guiñapo errante
en mi propia casa.

(Valeria C., y lareputamadrequetepariódelorto)

¿Qué mierda aplauden?

¿Vieron el accidente de los boludos estos de 9 de Julio que se mataron corriendo una picada en moto? Bueno, en la tele pasan la grave cobertura, las voces consternadas y toda la parafernalia que desempolvan en estos casos.
“¡¿Qué les pasa a los chicos que hacen esto?!”
Y muestran el cortejo fúnebre, integrado por una gente, muchos de ellos adolescentes, que iba en moto (¡sin casco!) y que aplaudía y tocaba bocina.
¿Qué mierda aplauden? ¿Qué significan los bocinazos? ¿Qué honores merecen esos forros?
Bien muertos que están los pelotudos. Y gracias que no mataron a nadie ajeno a sus prácticas…

Pérdidas

Al final, culpa de mis vecinos de mierda reventados soretes mal cagados, que –ahora tengo la certeza– hablan a los gritos y ponen la música al palo plenamente conscientes de que –me– molestan; digo, al final tuve que recurrir a la química para tratar de dormir. Recurso que se reveló vano, lógicamente, con el nivel de ruido y de agresión sonora al que estoy expuesta.
La cosa es que llamé al psicólogo, me derivó al psiquiatra, y en la entrevista (para usar la palabra que prefieren) hablamos de que me gusta estar despierta durante la noche y de que, si pudiera elegir, preferiría dormir de 5 a 14.
“Te perdés la mañana”, me dijo, antes de recetarme melatonina.
Y vos te perdés la noche, man…
Yo me libero de la ominosa sombra que se proyecta desde el este, y me sumo en la suspensión del tiempo, en el profundo silencio, en la grave concentración de la noche.

Cornelio (V)

Luna de fuego,
el castigo en la Tierra...
Mujer no creas:
todo lo que digo es más bien una guerra.

Lucha de espanto,
el hastío en las venas…
Jugada perfecta, nena:
todo lo que digo es más bien una mierda.

Levanto la piel del piso, qué sucio está esto…
Levanto la piel del suelo, qué sucia te veo,
qué sucia te veo..

Pequeños agujeros
en el plato llevo,
colores mezclados con hielo…

Todo lo que miro lo veo,
todo lo que digo no lo creo.
No lo creo.
No lo…

Puedo levantar la piel del piso,
qué sucio, sucio veo, ¿eh?

Levanto la piel del suelo, qué sucia te veo,
qué sucia te veo..

Sucia
te veo.

Sucia...

Sucia...
Sucia te veo.

(Luna de Fuego)

Hijo único

–¿Tenés hermanos?
–No, soy hijo único de padres separados.
–Ah, ¿y te hubiera gustado tener hermanos?
–No: me hubiera gustado no nacer.

Gigi Marziotta (y Mariana Fabbiani)

La que una vez, discutiendo con Fernando Siro en Indomables, dijo que había 40000 desaparecidos.
La que se preguntaba por qué era un insulto “chupame la pija” y no “chupame el clítoris”.
¿La que le fumaba el habano a Grondona?
Sí, esa: ahora conduce el noticiero de medianoche en el canal de cable del grupo Manzano. En ese programa de ficción presentaba, los otros días, unas imágenes de propaganda sionista en las que se veían, filmados de modo amateur, los minutos posteriores a una explosión supuestamente provocada por un palestino en un lugar indeterminado en fecha indeterminada.
Las imágenes deberían datar de bastante tiempo atrás ya que, hasta la acción del jueves 6 en Jerusalén, la resistencia palestina se manifestaba con otro tipo de operaciones.
Un par de días después, ya comenzado a esbozarse este post, en otro programa de un canal de ese grupo, el de Mariana “no chupé muchas pijas, sino las apropiadas” Fabbiani, mostraban más imágenes de propaganda sionista. En este caso, las de un programa infantil de la televisión palestina donde presuntamente se llamaba a matar a daneses y judíos (sic), y en el que algunos de sus personajes habían muerto a raíz de las acciones del ejército ocupante.
El sobreimpreso metía ficha diciendo “TV palestina: sin palabras”, y la conductora siempre sonriente dejaba de sonreír para denostar que se tocaran esos temas en un programa infantil. La pobrecita desconoce la realidad en el terreno, y no sabe que los chicos palestinos no necesitan de programas de televisión para enterarse de que la gente es bombardeada, hambreada, retenida en puestos fronterizos a veces hasta la muerte…
Todo eso ocurrió justo antes de la criminal incursión de las Fuerzas de OcupaSión Genocida en Gaza, que dejaron un tendal de más de 125 muertos, un sexto de los cuales eran niños (hechos que apenas si merecieron una mención en el programa de Marziotta).
Lo que son las casualidades.

A mí me rebota y a vos te explota

Kabum!!!
Toda la mala onda, la palabra “macumba”, todos los términos del campo semántico de la superstición que empleás; las cintitas rojas, los moños azules, la tirada de goma, eehh, digo, tirada de cartas del marica, todo…
A mí me rebota y a vos te explota.
Esta es mi casa. Sabelo.
Si tuvieras algún poder, qué pobre usarlo para el mal siguiendo tu paranoia; usalo con vos, y mejorate un poco (a ver si podés levantar una bolsa…).
A mí me rebota y a vos te explota.
Bum, bum, bum,
¡vieja chota!

Esto me recuerda al capítulo de los Simpson en el que los personajes de los anuncios publicitarios cobran vida, hasta que dejan de mirarlos, salvo Homero, que no puede quitar su deseo de la rosquilla que sostiene el gordo.

Clandestino

Llevaba a Manu Chao en el MP3 (mentira, pero todo esto es ficción), cuando el colectivo –97– se detuvo en la parada de Cochabamba y Virrey Liniers. (Me fijé en la Filcar después).
Mientras ascendían y descendían pasajeros, desde una ventanilla de los asientos individuales se veía un monovolumen clarito estacionado en la esquina, por Liniers. Una señora de rasgos amarillos estaba bajando prendas de vestir cubiertas con plástico, para protegerlas, y otras bolsas. Un señor, también amarillo, estaba de pie, junto al auto, moviéndose en dirección imprecisa. Una chica, petisa y morocha, de remera blanca, entraba y salía velozmente de la ¿casa? de la esquina y entraba las bolsas.
El bondi arrancó y dejó ver a un grupo de lúmpenes viviendo bajo la autopista. Pero si me refiero a esto, tengo que enumerar cada calle bajo la autopista durante el recorrido del 97.
A dos cuadras hay un prostíbulo, y un cana en la esquina, que busca aparentar sensación de presencia policial y consiguiente seguridad, pero que en realidad está cuidando el burdel. Seguramente porque es un emprendimiento del nuevo comisario de la 20ª.

¡Bravo!

Todo barrio tiene su loca de los gatos. Esta, vieja solterona y ya sesentona, es fan de Zitarrosa. Y pone siempre el mismo compact bastante fuerte. Cuando llega “El violín de Becho” sube aún más el volumen. Al terminar la canción aplaude y grita “¡bravo!, ¡bravo!”.

Mejor que me apure

The middle of the road
is trying to find me.
I'm standing in the middle of life
with my pains behind me.

But, I got a smile
for everyone I meet.
As long as you don't try dragging my bay,
or dropping a bomb on my street.

Come on, baby,
get in the road.
Come on now,
in the middle of the road, yeah.

In the middle of the road,
you see the darnest things.
Like fat cats driving around in jeeps through the city
wearing big diamond rings and silk suits.
Past corrugated tin shacks holed up with kids and,
man, I don't mean a Hampstead nursery.
But when you own a big chunk of the bloody third world,
the babies just come with the scenery.

Come on, baby,
get in the road.
Come on now,
in the middle of the road, yeah.

One. Two. Three. Four.

The middle of the road
is my private cul de sac.
I can't get from the cab to the curb
without some little jerk on my back.
Don't harass me, kid…
Can't you tell I'm going home, I'm tired as hell,
I'm not the cat I used to be,
I've got a kid, I'm thirty-xxx baby.

Get in the road.
Come on now,
in the middle of the road.

(The Pretenders * Middle Of The Road)

No more

No more, Marcelo, no more.
No llames más, dijo Ricardo Black.
Serví para algo: andá a comprar un paquete de yerba.
Esto no es un club. No te podés quedar acá, dijeron otros.
(Molestás.
Andate).
Y varios me echaron de sus vidas sin decir ni eso.

Cornelio (IV)

¿Dónde puedo encontrarlo?,
si es que estoy buscando algo…
¿Dónde puedo tirarlo
lo que pesa demasiado?

Vagas caminatas,
antiguas casamatas
gigantes de un televisor.
(oh oh oh óh… oh oh óh)
Años reprochando,
viejo reventando,
pedazos de mi techo…

¿Dónde puedo tirarme la basura?,
de noche zigzagueando…
Fanáticos del vicio, hermosura…
Ya no pesa demasiado…

Vagas caminatas,
antiguas casamatas
gigantes de un televisor
. (oh oh oh óh… oh oh óh)
Años reprochando,
viejo reventando,
pedazos de mi techo…
¡Digo techo!

¿Por qué hoy estás tan triste, nena?
¿Estás buscando algo?
¿Querés perderte entre la basura?
¿Querés mi ayuda?

Vagas caminatas
gigantes de un televisor.
(oh oh oh óh… oh oh óh)
Años reprochando,
pedazos de mi techo…

Vagas caminatas,
antiguas casamatas
gigantes de un televisor.
(oh oh oh óh… oh oh óh)
Años reprochando,
viejo reventando,
pedazos de mi techo…

Vagas caminatas,
antiguas casamatas
gigantes de un televisor.
(oh oh oh óh… oh oh óh)
Años reprochando,
viejo reventando,
pedazos de mi techo…

Reventando
Reventando

Re
ven
tan
do


(Reventando)