Las redes de comunicación son un fenómeno social, consecuencia de un contexto tecnológico-cultural, que ofrece un potencial enorme para las transacciones comerciales y para la dimensión relacional, fomentando la comunicación y la cooperación. A partir de las relaciones sociales mediadas por computadoras y redes telemáticas, se forman comunidades virtuales que establecen fuertes lazos pese a estar integradas por gente a las que no necesariamente conocemos personalmente, de diferentes regiones y entornos sociales y culturales, con la que establecemos relaciones de proximidad psicológica, de cohesión en torno a intereses comunes y de compartir en un clima de diversidad, lo que influye en la conformación de una nueva vida social, presentándonos valores culturales diversos y abriendo grandes oportunidades para la interculturalidad global.
La cooperación como idea básica de la red se entronca con el concepto de “compartir” y con el establecimiento de una “comunidad” en donde se comparte y coopera. La red es entonces un espacio virtual de relaciones humanas basadas en el intercambio de información: es más un espacio comunicativo que informativo. A diferencia de los medios de masas, que comunican de uno a muchos, los cibermedios lo hacen de muchos a muchos, y facilitan la interacción con otros en un espacio virtual. Pero la red, a raíz de su virtualidad, permite asumir diversos roles, construir distintas identidades, estableciéndose así nuevos modos de vínculos humanos: comunicaciones mediadas por computadora.
La sensación de pertenencia a la comunidad puede llevar a una exposición que es pasible de alcanzar ribetes excesivos o peligrosos, tanto por lo que uno decide mostrar de sí en la red, que generalmente puede ser leído por personas ajenas a la comunidad, como por las posibilidades técnicas de rastreo e identificación de los usuarios, no siempre claras ni presentes para todos los participantes.
Los cibermedios producen un impacto interaccional que trastoca la dimensión espacio-temporal, consintiendo la interacción sin depender de la distancia; admiten también la presentación de una identidad parcial o totalmente verdadera, o parcial o totalmente falsa; permiten una respuesta que, pese a la distancia, puede ser inmediata y simultánea; y ayudan a definir nuevos contextos para las comunicaciones que afectan nuestras actividades cotidianas y dan lugar a otras formas de organización social alrededor de diversos modos de recepción que reflejan relaciones de poder y desigualdad, lo que se manifiesta en las diferencias en los accesos, usos y modalidades de recepción.
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