Kabum!!!
Toda la mala onda, la palabra “macumba”, todos los términos del campo semántico de la superstición que empleás; las cintitas rojas, los moños azules, la tirada de goma, eehh, digo, tirada de cartas del marica, todo…
A mí me rebota y a vos te explota.
Esta es mi casa. Sabelo.
Si tuvieras algún poder, qué pobre usarlo para el mal siguiendo tu paranoia; usalo con vos, y mejorate un poco (a ver si podés levantar una bolsa…).
A mí me rebota y a vos te explota.
Bum, bum, bum,
¡vieja chota!
Esto me recuerda al capítulo de los Simpson en el que los personajes de los anuncios publicitarios cobran vida, hasta que dejan de mirarlos, salvo Homero, que no puede quitar su deseo de la rosquilla que sostiene el gordo.
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