Tengo que tomar veinte gotas de clonazepam una hora antes de acostarme por prescripción médica. Nunca tomé las veinte gotas: ya con quince sentí el rush clonazepámico en la sangre, lo sentí llegando a mi corazón, y desde entonces no paso de diez.
Lo que logro es dormirme (mucho) más rápido que cuando no las tomo; como que me ayuda a bajar toda la adrenalina que genero para estar en pie pese al cansancio producido por el mal dormir. Y también, dormirme más rápido en las innumerables despertadas que me golpean día a día.
Pero aunque tarde en tomarlo, y trate de alejarlo de la cena, siempre termino tirándome pedos. Eso no aparece mencionado en la (larga) lista de reacciones adversas.
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