Con motivo del 24 de marzo se realizó una marcha hacia/en Plaza de Mayo, que dejó como consecuencia previsible innumerables pintadas con consignas ad hoc en las paredes cercanas.
Desde la ventanilla del bondi me llamó la atención una, sobre la recova del Cabildo, que decía: “A los compañeros caídos no se los llora, se los reemplaza en la lucha”. Y me parece una mierda eso, me parece propio de un totalitarismo radical y absoluto que me digan incluso qué debo sentir.
Venían a mi mente las hormigas cuya formación arrasaba en mi niñez con una moneda, o con un cartoncito, en el patio de casa. Las sobrevivientes se dispersaban, y, al cabo de unos minutos, recomponían su columna reemplazando a las caídas sin llorarlas.
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