sábado, 31 de octubre de 2009

De todo esto no te vas a enterar hasta que suceda

Estuve charlando con tu verdugo.
Un hombre pulcro, amable.
Me dijo que, por ser yo,
podía elegir la forma en que te irías.
Los esquimales, explicó, cuando llegan a viejos
se pierden por los caminos
para que se los coma el oso.
Otros prefieren terapia intensiva,
médicos corriendo alrededor, caños, oxígeno
e incluso un cura a los pies de la cama
haciendo señas como una azafata.

“¿Es inevitable?”, le pregunté.
“No hubiera venido hasta acá con esta lluvia”, me replicó.
Después habló del ciclo de los hombres, los aniversarios,
la dialéctica estéril del fútbol, la infancia
y sus galpones inmensos con olor a neumáticos.
“Pero –dijo sonriendo–
las ambulancias terminan devorándose todo”.
Así que firmé los papeles
y le pregunté cuándo iba a suceder...
“¡Ahora!”, dijo.
Ahora
tengo en mis brazos tu envase retornable.
Y trato de no llorar,
de no hacer ruido,
para que desde lo alto
puedas hallar
la mano alzada de tu halconero.

(“Los ciclos” * Fabián Casas)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

las ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todolas ambulancias terminan devorándose todo

Olga Eter dijo...

“Las ambulancias terminan devorándose todo”.
La morguera se traga el cuerpo
antes que la tierra
o el horno.
Todo lo demás queda.
Todo.
Una presencia gaseosa,
a veces tan imprecisa
como la que hubo antes
de que cerraran la puerta de la Trafic.
Un torbellino disuelto
cuyas partículas
quedan adheridas
a los días.
Hasta cuándo.