jueves, 15 de abril de 2010

Una foto sacada en invierno

Recibo en rebeldía el primer fresco del año. Me quedo en casa sólo para no ponerme el buzo necesario en la calle, para no descolgar la campera, para no usar un pantalón largo. Pasan un par de días a veces, y me niego a bajar la ropa. Hasta que el ofri se impone y aun sin salir tengo que abrigarme con un buzo, porque dos remeras superpuestas no alcanzan.
Una de esas noches que no salí encontré una foto tomada en invierno. Cuatro tipos en la calle, sonriendo. Una campera inflable, otra de cuero, otra de una tela gruesa. Pantalones largos, pesados. Un par de bufandas, guantes, las posturas tensas, la campera sobre el buzo sobre el buzo, la pera apretada contra el pecho, una cara enrojecida, un gorro de lana, las manos en los bolsillos –incluso en los de la campera, que quedan altos y obligan a una posición antinatural–, el gesto de aspirar para que no se caigan los mocos de la nariz…
Esa foto me hizo recordar la inminencia del invierno más que el fresco de Semana Santa. Los días se acortan y ahora no siempre da andar en remera cuando cae el sol. Casi no da andar en cueros. No más plazas, no más caminar por la vereda brillante, no más colibríes en mi jardín, no más calles, no más coger sin preocuparse –además– por calentar la habitación, no más correr en la plaza, no más umbrales ni helados.
Algo así pasa cuando ves un programa en Volver, ponele, y están todos con pulóveres, y se nota que es invierno, y vos lo estás viendo en pleno enero. Pero la captura del momento que hace la foto permite detenerse en cada detalle. Hasta el hecho de que no estén alineados, posando, sino desordenados, dos de ellos hablando cara a cara, uno mirando para otro lado, moviéndose, tal vez charlando con alguien fuera de plano, y el otro casi de espaldas, caminando; ese mismo hecho refuerza la sensación de frío, la necesidad de moverse para paliarlo, la inconveniencia de estar quietos.
Cosquillea el aire fresco sobre la cara, pincha la garganta, descarga un temblor el torso para generar algo de calor. Dejo la foto y tengo que cerrar las ventanas y estancar el aire para que no corra el vientito, para evitar el resfrío.
Se fue el verano verano. Habrá que estirar lo que quede de calor…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Summer's almost gone, summer's almost gone...
When summer's gone, where will we be?
We had some good times, but they're gone.
The winter's comin'on. Summer's almost gone...