martes, 28 de diciembre de 2010

Los hijos de puta del aire acondicionado

Escribo esto un día después de comenzado el verano. Porque anoche, cuando quería escribirlo, no había luz. 21 de diciembre y ya van tres cortes de luz en una semana.
Sin embargo, seissietechoto y los demás constructores de esa parte de la realidad no tocarán el tema. ¿La ola de calor le estará haciendo el juego a la derecha? El delincuente de Samid –devenido kirchnerista hace un tiempo– todavía no califica para sentarse en ese panel, así que hace méritos diciéndole a alguno de sus periodistas pagos de la tele: “Hace años que se habla de crisis energética y yo todavía la estoy esperando”. No sé… Capaz que tiene más suerte que yo, como la tiene con la Justicia. Capaz que tiene más suerte que los que gastamos quince mangos de luz por bimestre.
Yo ayer y hoy tuve mala suerte. De movida, tengo la mala suerte de ser usuarix de Edesur y de padecer sus cortes reiterados desde hace años, en particular esos apagones masivos y prolongados que nos suele ofrecer. (Para no hablar del contestador que te atiende en su 0800 ni de sus voceros, Daniel Martini y Alejandra Martínez, miserables caraduras a quienes odio desde el apagón del año 99, cuando se nos cagaban de risa con sus comunicados y declaraciones, cuyo estilo pelotudeante repiten corte tras corte).
Pero ayer y hoy tuve más mala suerte. Porque se cortó solo una fase, la nuestra. Y el corte duró cerca de quince horas. Mientras, el vecino de arriba, más afortunado que yo, se levantó y puso su aire acondicionado, el cual, a tres metros de mi cabeza, comenzó a lanzar calor y ruido hacia mi patio. Esa fue una de las muchas veces que me desperté, incluyendo dos más en las que soñé que había vuelto la luz.
¡Hijo de puta!
Él y su mujer, y la baby sitter, que le quema la cabeza al hijo de ellos hablándole y cantándole con esa voz tan aguda y esa pronunciación deformada que seguramente los bebés no entienden. (A mí también me quema el bocho, tanto que me parecía que le cantaba “Sapo, sapo” :p). En especial ella, la baby sitter, una idiota severa que deja continuamente el ventanal abierto con el aire prendido, tal vez como una forma de equilibrar la temperatura. Y entonces tengo que oír su voz más el ruido del aire. No una cosa o la otra: las dos.
Él, su mujer, la baby sitter y todos los infelices que, como el de enfrente de casa, tienen el aire prendido aunque sea de noche y haga 22 grados. Todos los que tienen aire y prefieren 22 grados de aire acondicionado en lugar de 22 grados de temperatura natural, porque, claro, tienen aire, llegaron al aire. Y si tienen aire, cómo no van a usar lo que tienen. Aunque no lo necesiten…
Todos ellos, y este gobierno de mierda, que narcotiza a la clase mierda –abstinente desde el menemismo– con cincuenta cuotas para comprarse el espejito del mejor color y con una política de subsidios que algún día va a estallar con resultados inimaginables; pero, entretanto, como con la convertibilidad, vivamos el momento. Y nos golpea la puerta para que cambiemos las lamparitas por las de bajo consumo mientras facilita el acceso a un aire que gasta en un día lo que yo gasto en una semana o dos.
En fin, todos los que participan de esa lógica de consumismo y contaminación (es decir, ¡de capitalismo!) que lleva al colapso del sistema, el cual cae y me deja más cagadx de calor que antes. Esos hijos de puta cuya negación me excandece hasta la furia porque no me alcanza con que el corte tenga algo de equitativo y nos deje a todos sin agua ni ascensor. ¡Será de dios que no se hagan cargo de su responsabilidad, que no vean las consecuencias de sus actos bien cerquita, en el depto de abajo, ni la certeza de que mañana o pasado ocurrirá en el propio…! Bueno, ¿cómo van a verlas si no pueden ver algo mucho menos abstracto?: que te llenan de calor y de ruido y del agua que gotea el aparato. Pero nada les importa porque el mundo nuevo termina donde termina el frío artificial de su acondicionador de aire.
Todos ellos y los que niegan la realidad, y la deforman. La puta que los parió. (Aunque, lo sabemos, las putas no tengan nada que ver con esto, la reputaquelosparió). Si a esta fecha vamos así, los días que quedan, y el verano, y, sobre todo, después del 15 de febrero, ¡preparate!

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