sábado, 18 de noviembre de 2017

No saltar

Ahora que finalmente parece comenzar a divisarse el momento de la mudanza (la cual, está claro hace tiempo, no será a una casa con jazmines y rosas chinas), deberé pensar en cómo manejo la claustrofobia de mudarme a un lugar más chico que el patio de mi casa y cómo compatibilizo mi necesidad básica de vivir en un lugar donde nadie me camine arriba de la cabeza con vivir, por primera vez, en las alturas y convivir con el enorme gasto de energía que seguramente implicará tener una ventana a mano y tener que recordarme, a veces conscientemente y siempre inconscientemente, que no debo saltar.

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