Falta la familia, incluyendo la familia extendida, y faltan Vigna y Roxana. Y Zulema Escobar.
Y tal vez también falte la persona que me sabe de mí, la que, como otros, desapareció y me negó un chau explícito. Pero ¿aún? no tengo ganas de ponerla en esta lista. No sé si por ella o por mí.
(Tampoco están los que me cagaron a piñas (y patadas) en la calle ni el forro que vive en el edificio de acá a la vuelta, que me quiso pegar la otra vez, cuando me quejé porque sus perros sueltos se me vinieron encima).
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