miércoles, 10 de marzo de 2021

Para conseguir algo hay que desearlo intensamente

Esta es una pavada de las que pueden decirte los boludos que, después de leerse un par de libros de autoayuda, se ponen a hablarte en plan ínclitos aconsejadores.
Pavada maliciosa que pone el peso de los hechos en una presunta responsabilidad de uno y atribuye a un deseo insuficiente el malogro de lo deseado. (Pavada similar, aunque no tan siniestra, a la que responsabiliza a algunos enfermos de su enfermedad porque “vos te lo generaste”).
Si eso fuese cierto, yo ya me habría garchado a Demi Moore, a quien deseo intensamente desde la época de “Échale la culpa a Río”, cuando era muy bonita, casi tanto como hace diez años –cuando publiqué por primera vez este post–, y muy distinta, vistas todas las cirugías a las que se había sometido (y a las que se siguió sometiendo, la última de las cuales la dejó casi deforme).

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