Viernes 28 de septiembre de 2007 (un mes antes de las elecciones), página 23 de Clarín, columna de Marcelo Bonelli.
Volanta: Mientras Guillermo Moreno anuncia que no seguiría controlando los precios en el próximo Gobierno….
Primer párrafo: Guillermo Moreno, el polémico funcionario, no continuará al frente de la Secretaría de Comercio en caso de que triunfe la formula oficialista y Cristina Fernández de Kirchner sea la nueva Presidenta. (La ausencia de acento en la o de fórmula es una errata del original. Por lo demás, de la volanta al primer párrafo cambia el modo verbal: de potencial pasamos a futuro del indicativo; de probabilidad a certeza).
El segundo párrafo señala que la noticia circuló en diversos ámbitos empresariales.
En el largo tercer párrafo se afirma que “el origen de la filtración fue –para todos– muy convincente: el mismo Guillermo Moreno se dedica a transmitir su decisión. (…) En este marco tiene sentido la decisión de la cuestionada Beatriz Paglieri: inició la semana pasada un expediente para ser trasladada del INDEC a la Comisión de Comercio Exterior”.
En el cuarto párrafo, el último en que se toca el tema, dice que “se insistía que el polémico funcionario podría continuar en la función pública como titular de ENARSA”. (El verbo insistir rige la preposición en, pero Bonelli no lo sabe).
En cambio, el periodista sí sabe abrir el paraguas y habla por lo que comentan los empresarios: “Todavía no hay nada decidido sobre la futura estructura del Gobierno”. Y más adelante señala que “las versiones obedecen a humores temporarios en la Casa Rosada y a operaciones políticas de internas kirchneristas”. Para él “lo único seguro es que seguirían Alberto Fernández, Miguel Peirano, Jorge Taiana y Carlos Zannini”. Si es seguro, ¿por qué usar el potencial?
Amén de las internas y la volatilidad del humor K (o trastorno bipolar…), amén de la certeza sobre la continuidad de Peirano, no es casual que se haya afirmado el cese de Moreno en su cargo: es el símbolo del despotismo K, aun cuando su figura no alcanza en conocimiento del público la que tenía, por ejemplo, Tony Cuozzo, símbolo de la frivolidad menemista.
Cabe preguntarse si la afirmación de Bonelli es un grave error periodístico o si formó parte de una operación que pretendía limpiar la imagen del futuro gobierno de la presidente Kirchner, donde, como se sabe, Moreno seguirá en su cargo y, seguramente, con sus métodos (que, según se comenta off the record, incluyen poner un arma sobre la mesa a la hora de negociar).
Volanta: Mientras Guillermo Moreno anuncia que no seguiría controlando los precios en el próximo Gobierno….
Primer párrafo: Guillermo Moreno, el polémico funcionario, no continuará al frente de la Secretaría de Comercio en caso de que triunfe la formula oficialista y Cristina Fernández de Kirchner sea la nueva Presidenta. (La ausencia de acento en la o de fórmula es una errata del original. Por lo demás, de la volanta al primer párrafo cambia el modo verbal: de potencial pasamos a futuro del indicativo; de probabilidad a certeza).
El segundo párrafo señala que la noticia circuló en diversos ámbitos empresariales.
En el largo tercer párrafo se afirma que “el origen de la filtración fue –para todos– muy convincente: el mismo Guillermo Moreno se dedica a transmitir su decisión. (…) En este marco tiene sentido la decisión de la cuestionada Beatriz Paglieri: inició la semana pasada un expediente para ser trasladada del INDEC a la Comisión de Comercio Exterior”.
En el cuarto párrafo, el último en que se toca el tema, dice que “se insistía que el polémico funcionario podría continuar en la función pública como titular de ENARSA”. (El verbo insistir rige la preposición en, pero Bonelli no lo sabe).
En cambio, el periodista sí sabe abrir el paraguas y habla por lo que comentan los empresarios: “Todavía no hay nada decidido sobre la futura estructura del Gobierno”. Y más adelante señala que “las versiones obedecen a humores temporarios en la Casa Rosada y a operaciones políticas de internas kirchneristas”. Para él “lo único seguro es que seguirían Alberto Fernández, Miguel Peirano, Jorge Taiana y Carlos Zannini”. Si es seguro, ¿por qué usar el potencial?
Amén de las internas y la volatilidad del humor K (o trastorno bipolar…), amén de la certeza sobre la continuidad de Peirano, no es casual que se haya afirmado el cese de Moreno en su cargo: es el símbolo del despotismo K, aun cuando su figura no alcanza en conocimiento del público la que tenía, por ejemplo, Tony Cuozzo, símbolo de la frivolidad menemista.
Cabe preguntarse si la afirmación de Bonelli es un grave error periodístico o si formó parte de una operación que pretendía limpiar la imagen del futuro gobierno de la presidente Kirchner, donde, como se sabe, Moreno seguirá en su cargo y, seguramente, con sus métodos (que, según se comenta off the record, incluyen poner un arma sobre la mesa a la hora de negociar).
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