Podría trazar un mapa de las zonas que frecuento indicando cada uno de los departamentos (muchos más que casas, quizá porque en las casas están en lugares que no dan a la calle) donde se encuentran estos funestos ingenios. (Tal vez con la esperanza de que alguno vaya y los bombardee cual tanque israelí, o estadounidense en el hotel Palestine de Bagdad).
Empero, ninguno de ellos se compara con el monstruo de llamador de ángeles hiper extra large que vi frente a la parada del 97, en Cochabamba 3575, casi Boedo, en el barrio homónimo. Unas varas metálicas de medio metro esperaban que el viento tuviera la fuerza suficiente para mecerlas y así atronar la zona con su maléfico tintineo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario