viernes, 23 de mayo de 2008

Don Cornelio y La Zona * Una historia

Era un día de semana de mediados del 88, y probablemente fuese feriado. Lo seguro es que esa tarde Racing y Cruzeiro jugaban en Avellaneda la primera final de la Supercopa. En el programa de Ari Paluch, en Rock&Pop, Don Cornelio presentaba su segundo disco, “Patria o muerte”, y en mi habitación era la banda de sonido de los piques de Wálter Fernández y de los pases de Rubén Paz.
La banda había sacado 3 “cortes” de su primer disco, a mitad de camino entre el pop y el dark, entre ellos “El rosario en el muro”, que incluye una cita morrisoniana. Los tenía de la radio, y estaban bien, pero hasta ahí. Sin embargo, esto era diferente: liberados del yugo productor de Calamaro (que para esa época también había producido a ¡Los Enanitos Verdes!), se lanzaban a la autoproducción.
Cuando los discos –entonces y ahora– apenas juntan una docena de canciones con mucho relleno, ellos sacaban las intros para meter más temas. El sonido crudo y la mejor voz de Palo se amalgamaban en una bruta bola de distorsión, acople y desgarro. Incandescentes, se retorcían y morían –al menos comercialmente– matando, electrocutándose/nos, incitando a un pogo individual (solipsista) contra las paredes o contra los bosques negros del piso.
Creo que ni un tema de difusión tuvo ese disco. Aquella primera vez, el que más me impactó fue “Sangre amarilla”, que en cierta forma hacía recordar a “Fuck You”. Meses después los volví a escuchar, una noche en que Horacio el Sensei –y Karín– pasaron “Realmente” en su programa de FM Avellaneda. Luego el país se desplomó, el vinilo pasó a ser vintage, y Don Cornelio se separó sin que pudiera verlos en vivo.
Me los perdí cuando telonearon a Iggy Pop –y me perdí ese épico primer show de Iggy en Buenos Aires–. Una noche tocaban en el viejo Parakultural (¿o en Satisfaction?); la cosa es que llovió y no fui. Y otra vez, en un boliche de la calle Valentín Gómez que duró poco: planeé la salida y no me acuerdo qué pasó que tampoco fui. A los días me enteré de que hubo una alta razzia.
Después, Palo buscó la salud universal, y el primer disco de Los Visitantes fue una decepción. (Recuerdo una tarde que fui a Belgrano a comprarme discos. Volviendo en el 41 iba palpitando títulos como “Relámpago de cuchillos”… Y al final solo zafan “A veces sabés” y el hardcore de las estaciones del subte).
El resto es la historia.
Y una pequeña leyenda.

PD: Años más tarde, en una disquería de Once, encontré el vinilo, nuevo, y tuve que volver a casa a buscar plata para comprarlo, luego de insistirle 50 veces al disquero para que no lo vendiera en ese par de horas que iba a tardar. Aún lo conservo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lindo. Yo en el 88 tenia 7 años, asi que mi primer banda de palo fue los visitantes.

olga dijo...

La memoria a veces nos juega bromas.
Ese partido de Racing se jugó en junio del 88, y el disco -el LP-, en su sobre interno, dice que fue grabado en septiembre de 1988.

Anónimo dijo...

llegue a tu blog de casualidad, buscando aburrido del trabajo, algo sobre don cornelio. me impactaron mucho tus palabras a la entrada del blog. me identifico mucho con tus preguntas y aserciones existenciales...ojala sigas ahi y no hayas abandonado tu blog...asi podemos algun dia conversar...gracias !

Olga Eter dijo...

Gracias, che.
Buena onda.
Aguante Don Co!!! jajaj
Buscando un poco en el blog encontrarás casi todas sus letras. Y hasta una "reseña" de cuando se juntaron brevemente en 2011.
Saludos!