Uno de estos domingos (18 de mayo), en su columna dominical del clarinete, “Felipe Pigna. Historiador” recordó diversas revueltas populares de fines de los 60, entre ellas el Cordobazo, con el título “Obreros y estudiantes, codo a codo”.
En su versión, Pigna dice que “los trabajadores de las dos CGT cordobesas”, entre cuyos líderes “se destacaba el dirigente clasista René Salamanca”, convocaron a un paro activo con movilización que fue el puntapié inicial de la revuelta.
También habla de la “estrecha relación entre los estudiantes y los obreros de las grandes fábricas instaladas en el cordón industrial, ya que en aquellos años muchos trabajadores estudiaban en la Universidad de Córdoba”, y de que los estudiantes se sumaron de inmediato a la medida de fuerza.
Entre otras pignas, Felipe asegura que “el saldo fue de veinte manifestantes muertos y cientos de detenidos, entre ellos los líderes sindicales”.
Al domingo siguiente, el mismo diario publicó un artículo de una página firmado por Carlos Sacchetto, un periodista cordobés, donde lo hace de goma al nuevo Félix Moon, rebatiendo, sin mencionarlo (para no cagarle el negocio a Felipe, que también es el del diario), sus dichos.
Cito: “Sobre la base de hechos que tuvieron una gran repercusión política, se construyeron mitos, se crearon leyendas y se torcieron realidades, muchas veces para adecuarlas a la conveniencia ideológica de quien narrara la historia. La necesidad de forzar interpretaciones, la falta de investigación seria y en algunos casos la ausencia de honestidad intelectual fueron adornando con fantasías la verdad histórica”. ¡Piña de chanes!
Entre otros mentises, Sacchetto afirma que es falso que el Cordobazo se generara de manera espontánea con “la unidad en la lucha” de obreros, estudiantes y el resto del pueblo cordobés. Sostiene que los dirigentes planificaron detalladamente la marcha y cómo proceder ante la represión, y niega que Salamanca haya estado entre ellos. Es más: según su relato, SITRAC y SITRAM tenían conducciones propatronales que no habían adherido al paro.
En otro párrafo, asegura que no se trató de un enfrentamiento armado entre manifestantes y fuerzas represivas, ya que las columnas de obreros y los estudiantes que se sumaron no llevaban armas de fuego (solo bombas molotov), y que recién por la noche aparecieron algunos francotiradores.
Por último, los veinte muertos de Pigna son solo cuatro para Sacchetto, quien dice haber registrado él mismo, como cronista de Radio Universidad, los muertos, heridos, detenidos y daños. Y que los muertos fueron cuatro. Y que seguían siendo cuatro cuando, dos años después, con otro colega, preparó un especial conmemoratorio que lo llevó a consultar incluso la nómina de defunciones en el Registro Civil de Córdoba.
Tampoco pondría las manos en el fuego por este tipo, pero cuando los fabricantes de best sellers, onda Bucay, Piglia, etc., quedan en evidencia, cuando alguien dice que el rey de las ventas está desnudo, siento cierta alegría.
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1 comentario:
Acá también desenmascaran al payaso de Pigna: http://historiando.fullblog.com.ar/tranvia-cayo-al-riachuelo-131216005121.html
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