En varios medios he leído y escuchado que se menciona de esa forma a Walsh, como parte de la noticia del procesamiento del represor Cavallo.
Prolijamente se omite su condición de guerrillero; más precisamente, la de jefe de inteligencia de Montoneros. Y esa omisión es una manera de ningunear su decisión de tomar las armas y estar dispuesto a matar y a morir por sus ideas o por lo que fuera que lo motivara a la acción armada.
Las causas de la omisión, que, ciertamente, no es casual, me resultan desconocidas. En cambio, me parece evidente que mientras el pasado sea referido de modo sesgado e incompleto, no podrá analizárselo ni comprendérselo cabalmente, y seguiremos sometidos a la manipulación que de él se hace a diario.
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1 comentario:
En lo personal, me interesa más Walsh por lo que provocó (y provoca) como escritor que lo que hizo con su afiliación y posterior paso por los grupos armados.
Lo primero forma parte de su obra literaria. Lo segundo, de su biografía, de la que puedo tomar distancia.
Lo cierto es que no fue menos que el Che, pero muchos que ensalzan a Guevara ignoran a Walsh.
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