viernes, 27 de febrero de 2009

Olor a faso

El otro día fui a un recital, y en un momento me di cuenta de que no había olor a faso.
No sé si lo tapaba la neblina choripanesca, o el humo que exhalaba la pareja que delante de mí, y a contraviento, fumaba caretas mientras sus hijas se aburrían; o si estar en el lugar más vigilado de la ciudad amedrentaba al público.
Como que faltaba algo. No porque el recital fuese a estar mejor: esto no es Creamfields, que si no estás puesto, te aburrís y/o enloquecés con el martilleo neumático. Pero me sorprendió.
Y al notarlo me sentí como Homero Simpson cuando lo obligan a ir a la universidad para no perder su empleo, y en una fiesta pone alcohol en la bebida, se obstina en tomar como enemigo al rector cool y termina secuestrando al chancho que es la mascota de la universidad vecina.
El rock ya no es lo que era... Igual, te digo que mejor, porque algunos se fuman medio porro y ya se creen que son una mezcla de Pity Álvarez y Ozzy Osbourne, y con todo el humo que tienen acumulado se ponen insoportables.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a que le pego
fuiste a ver a palo en la costanera?

creo que te vi ahi..

Anónimo dijo...

Me pegó el humo del chori...

Y si te digo que fui, alguien puede revisar los múltiples videos de las cámaras de seguridad y descubrir quién soy...

Anónimo dijo...

JAAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJ!!! no podés perseguirte con las camaritas de seguridad!

...pero le acerté, te vi por ahí..