viernes, 8 de junio de 2018

Colibrí

El colibrí de mi jardín no es ningún drogadicto. Pasa por toda la rosa china, a veces comparte la aljaba con el avispón negro, pero nunca liba en el floripondio.

Niños necesariamente malos

Resbala el dedo por el zapping, Sylvestre, Cúneo, Liberman, y aparece Diana Maffía entrevistada en el canal de La Nación. No sé de qué está hablando, pero cuenta que en un momento de su infancia le dijeron que tenía que ponerse una remera para jugar y cómo le llamaba la atención que al hermano no le reclamaran lo mismo.
La periodista, una sesentona zarpada de revoque, menciona, tal vez para reforzar la idea, que su hermano la mandaba al arco cuando era chica y jugaba al fútbol con él. Entonces, en un segundo, en una frase, Maffía muestra cuán resentida de la vida y de la pija es, y le responde: "La de pelotazos que te habrás comido por confiar en tu hermano".
En cualquier contexto, esas palabras, dichas con tal extemporaneidad, serían reveladoras. Acá, además, suman el ruido de una afirmación hecha sin el sustento fáctico que sería esperable en una persona que proviene de la Academia –mucho más porque se trata de un Nombre de ese ámbito–.
Como si tocara una nota de paso, sin detenerse en ella, pero buscando teñir con su matiz todo el discurso, (se) inventa una historia que le permita liberar su prejuicio mierdoso.
Sus palabras no se limitan a esa situación imaginaria, que sigue de largo, sin que la periodista la ratifique, ahondando en anécdotas, o la desmienta, dejándola en off-side. Lo que está diciendo es que el pibe, que todos los pibes, se cagan en sus hermanas desde su más temprana niñez, que son genéticamente soretes al respecto. (O que son eficaz e irreductiblemente colonizados por el patriarcado de un modo comparable con una línea de código genético).
La entrevista continúa, como el zapping. Al rato, la nota de paso me recuerda a Pérsico, contando su participación en el atentado a Klein, jactándose de haber evacuado a la servidumbre antes de dinamitar la casa con toda la familia en su interior, incluso los niños, incluso un bebé de meses.
Me acuerdo porque encuentro una chirriante similitud entre la idea de Maffía respecto de que los niños son genéticamente malos con sus hermanas (o son agentes del patriarcado) y la de aquellos montoneros, para los cuales los hijos de Klein también eran genéticamente malos (o eran agentes de la oligarquía, o no sé qué), y en ese caso no merecían el disparate malintencionado de una vieja intelectual, sino que directamente merecían morir.

Avispón

El avispón detiene su vuelo de movimientos ariscos, no tan confiables como los de sus primas las abejas. Hunde la cabeza y parte del torso en la corola de la aljaba, sosteniéndose del cáliz rojo con las patas delanteras como Fede Bal se agarrará de la cintura de Laurita para desarrollar la habilidad que más lo enorgullece.

Unos poemas de Samar Abdel Jaber

Samar Abdel Jaber es una ingeniera informática y poeta palestina, nieta de refugiados, que nació en Kuwait en 1985. Actualmente vive y trabaja en los Emiratos Árabes Unidos. Publicó cuatro libros, tiene dos blogs, y no encontré ninguna versión de sus poemas en castellano, así que traduje algunos de ellos, los que pude. Otros, que tienen versos muy bonitos (ese que habla de Palestina y dice "los turistas te conocen más que nosotros" o el de la lluvia en Abu Dabi), quedaron a mitad de camino, finalmente inalcanzables para mis posibilidades.

En Gaza

En Gaza
los chicos esperan que vuelva la luz
para mirar dibujitos animados
y películas
por unas pocas horas,
antes de que se corte de nuevo.
El resto del tiempo lo pasan
esperando que Superman
o Batman
o el Hombre Araña
vengan a rescatarlos.

En Gaza
los chicos crecen,
nadie viene
y ellos no entienden
por qué la realidad
no se parece a la TV.



Los muertos

Los muertos están más que bien,
así que, por favor, dejá de imaginar que te extrañan
y te visitan.
Lo que sacude tu ventana a la noche
es el viento del otoño, no sus manos.
Ese sonido que llega desde el estudio
lo produce un insecto
que está construyéndose un hogar entre libros viejos.
Los sueños en los cuales los ves
solo son una creación de tu mente.

Los muertos encontraron un hogar en sus ataúdes
y la pasan bien
conversando por las noches.
Cada uno de ellos cuenta una dolorosa historia de su vida
y se burlan de nosotros,
riéndose mucho de nuestros pequeños problemas.
Los muertos, detrás de gruesos bloques de piedra,
no pueden ver tu cara,
no pueden escuchar lo que decís en tu visita anual
a sus tumbas,
no les llega el aroma de las flores que les llevás.

Los muertos, con el tiempo,
también te olvidan.



Iara

Iara me dice que cuando sea grande quiere ser abogada
para defender los derechos de las mujeres y los niños.
Dice que comenzará una revolución contra la corrupción
y que cuando crezca
Palestina será libre.

Iara, con diez años,
me pregunta
"¿pensás que
cuando crezca
mis sueños se harán realidad?".

Recuerdo mis sueños,
sueños de infancia
de los cuales no quedó nada.
No sé qué responderle.



Malta, mayo de 2012

Muchos turistas.
Hacemos un tour acerca de la historia de las guerras en la ciudad.

¡Lo tontos que somos los humanos!:
hoy hacemos guerras
para los turistas del futuro.



Enciclopedia

Mi padre la compró en cuotas,
1800 libras libanesas
que no terminó de pagar
porque empezó la guerra
y huyó de la ciudad.
La enciclopedia
era entonces el Jardín del Conocimiento.
Viajó con mi padre a Kuwait.
Otra guerra comenzó
y retornaron juntos al Líbano.
Ahora está aquí,
testigo de numerosas guerras,
se ha sentado en silencio y decepcionada
en la biblioteca de la casa
tras perder su última batalla
con Google.



Una elegía
a mi abuelo,
en su tumba de refugiado

1

Así que
mañana
el mesaharaty (*)
no dirá tu nombre
en el vecindario
al amanecer.

Y tu bastón,
apoyado contra la pared,
esperará tu mano
por siempre.

Tu voz no me contará
cuentos de Palestina
en mi próxima visita.

Y porque vos eras el Eid (**)
ya no habrá otro Eid.

2

Ayer, cuando tu corazón dejó
de latir,
Haifa, con su sexto sentido,
lo supo.

Un viento misterioso se abatió allí
súbitamente.
Las rocas
de las profundidades del mar
intentaron flotar para navegar hacia vos.
Los árboles
trataron de desarraigarse
para ir hacia vos.

En la casa donde estaba tu hogar
una oscuridad intensa cayó de pronto:
una maldición perseguirá a sus habitantes
por siempre.

Anoche en Haifa
la luna se escondió detrás de una
nube
y el sol se despertó cansinamente
esta mañana.

3

Dejás tu cama
por última vez,
te llevan en hombros,
tus ojos cerrados.

Tu cuerpo desciende a la tumba:
La tierra cae sobre vos.
Alguien graba tu nombre con cuidado
en la lápida.

Una lluvia oculta
cae profusamente
en el lugar.

Tu cuerpo desciende
a su tumba de refugiado
en el preciso momento en que Haifa
alumbra un niño hermoso:
sus ojos son azules, como los tuyos,
su nombre es como el tuyo.


Mascate, 1 de agosto de 2012.
A Mohammed Mahmoud Abdel-Jaber, nacido en Haifa en 1923, refugiado en el Líbano en 1948, donde vivió hasta el día de su muerte, el 31 de julio de 2012, y soñó hasta el último minuto con Palestina.

(*) Los mesaharaty llaman antes del alba, mediante cantos y música de tambores, a los observantes para que coman y beban antes de comenzar el ayuno del día durante el Ramadán. Últimamente, los jóvenes jerosolimitanos que se dedican a esta tradición han sido perseguidos por la policía israelí, detenidos, interrogados y multados a raíz de las quejas de los nuevos vecinos judíos del barrio árabe.
(**) La fiesta que celebra el fin del Ramadán.

Rafeef Ziadah habla de mí

No. No dice Olga. Tampoco habla de los poemas suyos que traduje, varios de los cuales carecían de una versión en español. No me nombra y seguramente ni sabe que existo. Habla de mí de otro modo.
El algoritmo de Youtube ya sabe quién soy y me sugiere un video suyo bastante viejo, subido en 2014. Me sorprende no conocerlo porque tengo vistos casi todos sus videos, y varias veces; tantas que ya sé los momentos en que suelen explotar las ovaciones que la interrumpen brevemente o cuándo cambia algún fragmento del texto, ya sea adrede o llevada por el fragor de la performance. Lo veo y allí es donde habla de mí.
Recita un poema, y luego otro y finalmente un tercero. En el segundo, que se llama "Sieges", del cual hay una vieja versión en vivo y una flamante, de la presentación del segundo disco, agrega unos versos al final, que no están en las otras dos versiones. Allí es donde habla de mí.
Dice, hablándole a un soldado del ejército ocupante, que ella, en honor a sus ancestros, va a recitar el nombre del primer poblado destruido por los israelíes, y que va a recitar el nombre del último poblado destruido por los israelíes, y el de los quinientos que destruyeron en medio, y que los va a repetir una y otra y otra vez, "hasta que te encuentre en la costa Haifa, libre". Allí es donde habla de mí.
(Agrego, en una triste digresión, que Rafeef deberá sumar uno más: la Corte Suprema del país más moral del mundo falló que es lícito demoler Khan al-Ahmar, una aldea beduina en los territorios palestinos ocupados por la entidad sionista en 1967).
En esa repetición incesante de la mención del dolor como camino, no excluyente y tal vez no muy efectivo, de liberación habla de mí. De este blog. En eso me reconozco. Eso soy yo. O eso es una excusa eficaz que encontré para justificar mi interminable repetición.
Como cada vez que nos encontramos con algo que de modo inesperado y revelador habla de nosotros, quedé con la boca abierta de asombro y los ojos, cada vez más mojados, fijos en la pantalla; con el dedo atento para deslizar el cursor y volver a verlo, y con la cabeza aturdida y con todo el cuerpo tratando de procesar esas palabras y lo que conllevan. Y con las ganas de decírselo a alguien, casi como una manera de confirmar que en verdad eso estaba sucediendo.
No sé si la afirmación de Rafeef sobre ese futuro encuentro en Haifa es una íntima certeza, una expresión de deseos, una invocación a la ley de atracción, palabras dichas por si el decir crea o un acto político. De cualquier modo, se trata de una cuestión de siglos, y, aunque no sea esta generación ni la otra ni la próxima, los palestinos se mojarán los pies en las aguas de Haifa. Y en las de Akka, y en las de Yaffa…
Yo, en cambio, tengo esta sola vida, que está en su segunda mitad, tal vez en su último tercio, quizá en su última década, y no me imagino esa liberación. No puedo imaginármela en medio del laberinto de los años (*), que se reproduce a sí mismo, al igual que el del silencio (y no hablo esta vez de los vecinos gritones que madrugan y pisan fuerte, de los aires acondicionados ni de las murgas, aunque también son un lugar del que no logro salir). No puedo imaginármela porque cada vez es más improbable que suceda lo que nunca sucedió, porque ni siquiera puedo contar con un cuerpo que me responda, porque el lapidario dictamen de los que me maltrataron parece haberse transformado en designio.
Y por mi incapacidad para superar la velocidad del propio sonido, es decir, lo que dicen mis palabras las pocas veces que puedo decirlas, que en el momento de pasar a la acción y dejar de ser un discurso ensayado hasta la asimilación revelan lo que hay detrás de ellas: aire.
Como no puedo hablar de tanto dolor constituyente porque no suelo tener con quién hablar y porque, si tuviera, hacerlo sería tan espantagente que no daría (y aunque no hable, igual se nota, subyace, se percibe y a veces escapa en ráfagas de freakez), al menos en este blog voy a seguir repitiendo una y otra y otra vez los nombres del dolor. No exclusivamente, pero voy a seguir repitiéndolos, aunque una lectora deje un comentario y me llame obsesiv@, para, si no ayuda a la liberación, ... No sé para qué. Hace una semana que llegué hasta este punto y no sé cómo seguir. ¿Para sostener la inercia de la no muerte? ¿Para no reventar, como dijo alguien a quien conocí acá? Para releerlo y acordarme de que algo pasó, de que nada de esto es porque sí, tal vez.

(*) "A people (…) who were thrown into the mazes of years" dice, refiriéndose a su pueblo, un verso de Kamal Nasser, poeta palestino y vocero de la OLP asesinado en Beirut por las fuerzas impunes de Israel en 1973. Luego de matarlo a balazos en su departamento, los integrantes del comando dejaron una suerte de mensaje en/con el cadáver: le pegaron varios tiros en la boca.

Un parcial de la Universidad de Palermo

PARCIAL CATEDRA LLERENA & ASOCIADOS ABOGADOS.
MATERIA: DERECHO EMPRESARIAL.
NOMBRE ALUMNO:_______________________________
Fecha:__________
___________________________________________________________________

Marcar la o las respuestas correctas:

1) ¿Cuando una sociedad es comercial?:

* Cuando se persiga un fin de lucro.
* Cuando se persiga un objetivo de bien común y sin finalidad de lucro.
* Cuando se constituya de acuerdo a uno de los tipos previstos por la ley 19.550 de sociedades comerciales.

2) Las sociedades son sujetos de derecho:
* Verdadero.
* Falso.

3) Una sociedad anónima se considera regularmente constituida:
* Desde la firma del estatuto.
* Desde la integración del 25% del capital.
* Desde su inscripción en el Registro Público de Comercio (IGJ).
* Desde su publicación en el Boletín Oficial.

4) ¿Existen las sociedades anónimas unipersonales?
* Sí.
* No.

5) Una sociedad que tenga por objeto el desarrollo de tecnologías vinculadas con internet, y en la práctica vende drogas a adolescentes, tiene:
* Un objeto lícito y una actividad ilícita.
* Un objeto ilícito.
* Un objeto prohibido.

6) En una sociedad anónima no constituida regularmente, los socios responden por las deudas de la sociedad:
* En forma ilimitada y solidaria.
* A prorrata de su tenencia accionaria.
* Hasta el capital aportado.
* Hasta el capital suscripto y no integrado.

7) La asamblea de accionistas es:
* El órgano de administración de la sociedad.
* El órgano de gobierno de la sociedad.
* Ninguno de los dos.

8) El balance de las sociedades anónimas se aprueba mediante:
* Asamblea Ordinaria de Accionistas.
* Asamblea Extraordinaria de Accionistas.
* Reunión de Directorio.
* Su presentación ante la Inspección General de Justicia (IGJ).

9) ¿Como se representa el capital de una sociedad anónima?
* En dinero.
* En especie.
* En acciones.

10) El capital mínimo con el cual se puede constituir una sociedad anónima es:
* $16.000.
* $ 3.000.
* $12.000.

11) ¿Puede una sociedad anónima constituida en la República Argentina emitir acciones al portador?
* Sí.
* No.
* Depende del capital que tenga.

12) Imagínese que tiene que redactar un estatuto. Que datos e información debería contener.
Solamente enumérelos.

13) Distintas clases de Acciones: ordinarias, privilegiadas, preferidas, al portador, nominativas, etc. Desarrollar en no más de una carilla.

14) ¿qué libros societarios conoce?. Enumérelos.