domingo, 28 de febrero de 2010

Recuerdos de la fuck (trabajos grupales)

Una de las cosas que más detestaba de ese lugar, la más horrible cuando sucedía –una cuyo recuerdo pesó mucho a la hora de decidir no volver allí–, era cuando había que hacer un trabajo grupal.
A veces sólo se trataba de algo ocasional, de una clase, para analizar un texto, por ejemplo. Si no había nadie cerca, si nadie se acercaba y no encontraba una mirada aceptadora que habilitara acercarse, lo hacía solo y listo. A lo sumo, la soledad llamaba la atención del profesor, que, por suerte, tenía el tino de no insistir con la idea de grupalidad.
Y si se formaba un grupo, trataba de incluir: le batía un “¿qué te parece?” al que no había dicho nada, decía algo dirigiendo la mirada al que permanecía invisible, buscando integrar pero sin forzar. En realidad, pude hacer eso una sola vez… y estuvo muy bueno.
Lo espantoso era cuando había que presentar el trabajo al final de cuatrimestre, y era por los puntos, con nota.
El azar te asignaba los integrantes del grupo, y tenías que verlos fuera del horario de clase, fuera de los días de clase, reunirte en un bar o en una casa, decir cosas exponiéndote a su mirada soberbia, callar otras para no exponerte, y no sólo esforzarte en entender los textos, en construir una idea original, sino –¡mucho más!– en navegar esa interacción: demostrarte sociable, pero no verborrágico; con iniciativa, pero no apabullante; conciliador, pero firme; divertido, pero no desubicado; estudioso, pero no nerd; agradable, pero no tiraperros; interesado por la nota, pero no al punto de aceptar que no te importa olvidarte todo al día siguiente de promocionar la materia...
No quiero imaginarme cómo sería ahora, porque en ese tiempo la única distinción marcada por la tecnología era computadora-sí/computadora-no. Y no, no quiero imaginarme allí sin celular, sin msn, sin banda ancha, sin… Y no quiero imaginármelo porque bastante me cuesta explicar esas carencias en otros ámbitos menos hostiles y competitivos.
Detesto la lógica de los grupos, los juegos de poder que se dan en ellos, los lugares en los que el grupo te pone, dentro de él y también en relación con el afuera. Me irritan, no los soporto. No soporto esos lugares de micropoder donde hay que macropelear para evitar que su dinámica te lleve.
Sorry, no tengo energía –ni habilidad– para eso.
Y encima lidiar con esas minitas recién salidas del secundario, que se habían leído todos los textos, que los interpretaban a su gusto, no importa si bien o mal, pero que desconocían cualquier cosa no incluida en las fotocopias, incluso su desconocimiento. (O, ¡peor!, con quien justificaba su desidia o su desinterés, o su incapacidad, preguntando: “¿Quién no se sacó un cuatro alguna vez?”. Porque no daba responderle: “Yo”. Yo no me levanto a las seis de la mañana para sacarme un cuatro, idiota…).
Imaginate proponer que se escriba esto en un parcial sobre la constitución histórica y conceptual de las divisiones sociales y sobre sus consecuencias desde el punto de vista de la distribución del poder, especialmente el poder político: “Elba de Padua Lima, Tim, decía que el fútbol es una manta corta y que si uno se tapa la cabeza, se destapa los pies, y viceversa, queriendo significar que si uno se concentra demasiado en atacar, descuidará la defensa, y lo recíproco. Esa metáfora podría usarse para referirse a la totalidad no suturada inaugurada por la revolución democrática. En ella, solo existen pertenencias precarias, que se reformulan continuamente, y lo que hoy está bajo la manta, mañana puede estar destapado”.
Imaginate proponerlo en un grupete de minas, algunas amigas del colegio, algunas amigas hechas con esa facilidad que tiene algunas minas para hacerse amigas, entre café y, a veces, cigarrillos, pero nunca una cerveza.
Si proponía eso, no sé qué pasaba. No sé si se me cagaban de risa, si me miraban como preguntándome dónde dejé mi plato volador o si decidían, tácitamente, desatender cada futura cosa que dijera. O si simplemente se negaban a ponerlo, dejando que las palabras se diluyeran entre las risas o argumentando con tanta corrección que no se salía de ahí refutando, sino explicando algo que no iban a entender, algo de lo que no las iba a convencer aunque gastara el triple de la energía que me llevó a esas palabras más o menos originales.
No lo sé porque en esa materia los trabajos con nota eran individuales (¡por suerte!). No lo sé porque en otra materia me dieron vuelta la cara a la hora de armar los grupos, y me dejaron en banda. Y terminé dejando, y recursando.
No lo sé porque no volví. Porque decidí no exponerme más a situaciones del orto con gente del orto en lugares del orto.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Algun lugar donde poder ser vos mismx alguna vez?.
Tanta construccion y proyeccion mental es enfermante.Ese tipo de jugadas puede servir mucho para el ajedrez,por ejemplo,pero en la vida diaria...auch!.
Detestas la logica de los grupos pero no haces mas que estudiarlos para poder anticipar sus movimientos...mientras tanto estas out...y despues tambien.

Musidora dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Musidora dijo...

una vez estudié historia
dos años estudié historia
en una facultad estatal, dirigida por el opus dei
fue horrible, me pasaba lo que a vos todo el tiempo ... la gente era horrible, excepto un par de personas que encontré por casualidad y hoy todavía forman parte de mi vida, y me entendieron y apoyaron cdo opté por abandonar ese lugar -no la carrera, la facultad, el opus dei-
fue una excelente decisión

O. dijo...

Anónimx:
En un grupo, donde las fuerzas de los demás –hacia/desde vos y entre ellxs– te modifican y te alteran, seguro que no podés ser vos mismx. Menos aún en un grupo donde hay una cuestión de rendimiento como aglutinante y como motivación; y menos todavía si la formación del grupo la decide el azar.

Y más que “proyección y construcción” es, digamos, deconstrucción. Desarmar a posteriori los hechos y tratar de desentrañarlos. Estudiar y tratar de anticipar su dinámica no me parece mal (seguramente no es casualidad que haya elegido esa carrera…). De hecho, me permitió no reproducirla cuando me mandé y quedé hablando yo, no por haber hecho un curso de liderazgo, sino, seguramente, instigadx por la sensación de que esa vez podía moverme bien, de que había descifrado su lógica y que me resultaba favorable, que podía responder en ella, que tenía un par de cosas piolas para decir. >> Ey, esa parte también la conté en el post.

Me chupa tres huevos estar out para esa gente, y si el precio a pagar era dejar de estudiar, en algún lugar siento que es una cagada, pero en otro tampoco me importa mucho porque nunca fue mi plan estar ahí (ni mi placer, salvo cuando me firmaban la libreta).
Y si querés decir que estoy out en un sentido más amplio, no es por ese lugar, ni por la lógica de los grupos. Cuando estuve in para la mirada de los que quieren que haga “algo”, y estudiaba y trabajaba, estaba tan out conmigo que terminé enfermándome, rompiéndome de un modo que aún no termino de sanar.

Es mano a mano, unx a unx, que unx se construye –y se modifica y se altera-, y no entre la masa. Y si no entendés por qué esa construcción –no la mental, de la que hablás, sino la personal– es más importante y es previa a todo lo demás, lamento no tener mejores palabras. (Y lamento que, inexorablemente, esa incomprensión aleje). En todo caso, un profesional te lo podrá responder.
Pero sabé que en eso estoy.

(PD: Por lo menos decís “enfermante” y no “enferma”)


Musidora:
Dejar la carrera, la fuck, la Universidad BovinA, en mi caso no fue una decisión. Me enfermé, y ya. Y cuando más o menos me sentí recuperadx, me acordé de esto, y de otras cosas, y no dio volver. Igual, como dije, nunca fue mi “proyecto” estar ahí. Salió, se dio, y así como empezó terminó…
Por lo menos a vos te quedó un par de gente copada, que te apoyaron, que siguen en tu vida…
El día que casi me desmayo, me fui del aula y –todavía no sé cómo- bajé los tres pisos x escalera, porque, si me desmayaba en clase, tengo la íntima certeza de que nadie se daba cuenta, de que terminaba la clase y todos se iban, y yo quedaba despatarradx en un banco.

****************

Una última cosa: cuando dice: “Comentario suprimido. El autor ha eliminado esta entrada”, se refiere a la autora del comentario, no al autor/la autora del este blog, que no suprime/n comentarios.

Musidora dijo...

que terrible O.
que te pasó?

-ahora que lo pienso no se si es una pregunta con respuesta publicable ...-

O. dijo...

Musidora: si preguntás por el casi desmayo, me bajó maaaaaaaaaaaaaal la presión (de hecho, desde que me levanté ese día creo que no me subió >>podría hacer un post sobre eso), y nada, en media hora me comí todo lo que llevé para comer en cuatro horas, y palmaba, palmaba, palmaba.
Me fui del aula, pedí ayuda en la portería, o como se llame, donde no me dieron ni un vaso de agua (literal), solo un banco para que me sentara en el hall de entrada, y cuando me sentí un poquito mejor, tomé un taxi y me volví a casa
Me pasó 3 o 4 veces seguidas. Muchos médicos, pocas certezas, un diagnóstico -tiempo después- que le dio nombre, pero no solución "agotamiento psicofísico", dos años y pico encallado con el tema salud, y cuando se despejó eso, sin facultad y sin laburo, me descubrí de nuevo en el desierto.
Y nunca lo pude reencauzar.
Shit.

Musidora dijo...

SHIT.
Espero que algún dia pase, te lo deseo sin estar yo misma encauzada.

"el desierto lija todo lo que sobra y te cobra lo que no podés pagar"
http://www.youtube.com/watch?v=lj6NOm8geE0

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=5ucN4DActxA




True love will find you in the end
You're gonna find out just who was your friend
Don't be sad, I know you will
Don't give up until
True love will find you in the end

This is a promise with a catch
Only if you�re looking can it find you
Cause true love is searching too
How can it recognize you
Unless you step out into the light, the light?

Don't be sad, I know you will
Don't give up until
True love will find you in the end

Don't be sad, I know you will
Don't give up until
True love will find you in the end

True love will find you in the end
True love will find you in the end
True love will find you in the end

Musidora dijo...

oh
Daniel Johnston

Anónimo dijo...

Aja

Musidora dijo...

oh = mano al esternon e inhalación sonora, y cara de amor ... si es que existe

Anónimo dijo...

Ningún dolor significa el fin del sentimiento; cada una de nuestras alegrías es un trato con el demonio.