viernes, 29 de abril de 2022

La gramática del GPS

Un sábado al mediodía camino por Córdoba, cerca de 9 de Julio, entre homeless y cartoneros que pasan con sus carros y sus pequeñas hijas mendicantes. De pronto escucho una voz española y sintetizada que dice: “Dentro de quinientos metros, gire a la izquierda hacia Talcahuano”.
Me llaman la atención en simultáneo la temeridad con que el sesentón de anteojos lleva el teléfono en la mano y la distancia que anuncia el sistema. No es mi zona, pero puedo enumerar rápidamente las calles que faltan para Talcahuano, y son cuatro. “Será que esas cuatro cuadras son quinientos metros”, pienso, y me queda la duda sobre si no sería más práctico que dé la info en cuadras, o en cuadras y en metros, porque nadie va contando los metros cuando camina por la calle. (Esas cuatro cuadras son 508 metros, me lo dice Wikimapia mientras escribo esto).
Caminamos más o menos a la misma velocidad y la repetición del mensaje, actualizando los metros, lleva mi atención a la frase, que registro textual. Y entonces lo que pasa a destacarse en mi cabeza es la preposición elegida por las personas que programaron el sistema. No doblás hacia Talcahuano. Doblás por Talcahuano. O doblás en Talcahuano hacia la izquierda, hacia el obelisco, hacia Tribunales, hacia el sur…
Repaso la frase y comienza a rechinar la locución elegida para iniciarla: “Dentro de”. Me fijo en el DPD, y sólo admite su uso en oraciones temporales (como “Dentro de diez minutos estoy allí”), pero no en oraciones espaciales. La forma correcta tiene también la ventaja de ser más breve: “En quinientos metros, gire a la izquierda…”.
No mucho más que eso, grandes tecnologías que fallan en la forma de comunicar su información. Lo cual, como vivimos en un contexto de cada vez mayor deterioro cultural, no implica un gran problema porque “nos entendemos igual”.

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